El suave sol y el mar del puerto ucraniano de Odessa atraen a muchos visitantes. Algunos buscan encontrar un buen descanso; otros, a...
El suave sol y el mar del puerto ucraniano de Odessa atraen a muchos visitantes. Algunos buscan encontrar un buen descanso; otros, amor sin compromiso. Pero el encantador y acogedor ambiente de esta soleada ciudad oculta algo más en el fondo. Odessa es un lugar utilizado por la mafia internacional como escala para el tráfico sexual, y las mujeres que llegan hasta ahí, en ocasiones terminan en manos de los criminales y sin sus documentos.
La pobreza de la ciudad es la causa principal de que no es nada difícil de engañar a las chicas de origen de las regiones pobres y ofrecerles una nueva vida, un trabajo provechoso en hoteles y restaurantes. “Pero lo que pasa después es que las llevan a un lugar oculto, les quitan el pasaporte y les obligan a hacer sexo con hombres”, cuenta Alexey Sementsov, del departamento a cargo de casos de trata de blancas del Ministerio del Interior de Ucrania.
Este fue el caso de una mujer africana que llegó a Ucrania con planes de lograr una feliz vida en familia. Su historia amarga empezó cuando conoció a un hombre que le propuso casarse con él, pero en lugar de cumplir con sus promesas la llevó a Odessa para prostituirla. “El hombre que me trajo hasta aquí me dijo que iba a venderme a Turquía, pero he logrado escapar”, confiesa Nátaly, que tuvo mucha suerte a diferencia de muchas mujeres que desaparecen para siempre. La policía informa de unos 50 casos, descubiertos cada año, pero, ¿cuántos miles de casos quedan sin descubrir?
No hay comentarios