“La leche del seno materno tiene la composición exacta para el lactante. Durante los primeros cuatro días, después del parto, se produce el ...
“La leche del seno materno tiene la composición exacta para el lactante. Durante los primeros cuatro días, después del parto, se produce el calostro, que es un fluido espeso y amarillento (por su alto contenido de betacaroteno), en suficiente cantidad para satisfacer las necesidades del recién nacido. Además, contiene seroalbúmina, sodio, cloro, una pequeña cantidad de lactosa y alta concentración de inmunoglobulinas que dan protección al bebé frente a los gérmenes del medio ambiente”, explicó la obstetriz, Socorro Sánchez Cadillo, directora de ‘Escuela para Embarazadas’ y consultora internacional en lactancia materna.
Después de eso se produce la llamada ‘leche madura’, en promedio unos 750 mililitros al día durante los meses de lactancia exclusiva, pudiendo ser más según la frecuencia de succión del bebé. “Esta leche contiene lactosa. Es muy importante para el desarrollo del sistema nervioso central, además favorece la absorción de calcio y hierro”, dijo Sánchez.
La especialista destacó que ‘la leche de mamá’ es el alimento ideal para el desarrollo del recien nacido hasta los 6 meses, por su calidad, consistencia, temperatura, composición y equilibrio de nutrientes. “Los niños amamantados forman un mejor sistema inmunológico, por lo que eferman con menor frecuencia y menor severidad, y tienen menor riesgo de morir por enfermedades infecciosas. Además, cuando el amamantamiento se inicia después del parto, el lazo afectivo es mayor, disminuyendo las tasas de abandono”, finalizó.
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