Fueron segundos, pero hicieron historia. Tal vez no lo hayas pensado ni te lo hayas imaginado nunca, pero alguna vez alguien lo hizo. Constr...
Fueron segundos, pero hicieron historia. Tal vez no lo hayas pensado ni te lo hayas imaginado nunca, pero alguna vez alguien lo hizo. Construir unos patines, adosarlos a los rieles de una infernal montaña rusa y lanzarse a la deriva, con kilos de adrenalina entrando en el torrente sanguíneo, a la friolera de 90 kilómetros por hora y salir vivo. El alemán Dirk Auer lo logró.
El audaz alemán Dirk Auer, de 36 años, fue el encargado de batir uno de los récords más audaces: lanzarse a una montaña rusa sólo con patines y un casco, recorriendo una distancia de 800 metros, a una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora, sin que se le mueva un pelo.
El tipo se construyó unos patines de 16 ruedas cada uno para recorrer toda la pista de la endemoniada “Mammoth”, en el parque temático Trip Drill, en Stuttgart, Alemania. Auer es un doble que tiene otros récords: una caída en picada de 29 metros y velocidades de 300 kilómetros por hora, patinando agarrado a un Porsche.
“Pero éste era un desafío especialmente peligroso”, dice impertérrito el alemán (como si los otros no lo fueran). La montaña rusa es de madera, siempre está presente la posibilidad de que haya algún clavo o tornillo mal colocado, que sobresalga del riel, y si Auer agarraba uno de esos, el resultado hubiera sido la muerte.
No hay comentarios