Tu vida también fue una serie de televisión. Si por culpa de Kevin Arnold me convertí en un joven iluso, torpe y enamoradizo, a la serie ...
Tu vida también fue una serie de televisión. Si por culpa de Kevin Arnold me convertí en un joven iluso, torpe y enamoradizo, a la serie "Carrusel de Niños" debo agradecerle dos cosas: mi capacidad de formar tribus y mi amor desmedido por los animales. Así es, cuando tenía 9 años pocas cosas me estimulaban a caminar en grupo. Era mi propio mundo, mi cubil felino, y yo. Hasta que quise formar mi propia Patrulla Salvadora. Lo conseguí. Nunca tuvimos casa abandonada pero sí los escondites del Parque El Olivar. Allí nos volvimos devotos de los imposibles, héroes con poca vida. Niños que querían volar y mirar todo desde los cielos.
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